Si taponamos el síntoma, así no más, eso que nos está diciendo algo del sujeto, seguirá pugnando por expresarse, y muy posiblemente genere otro síntoma. Si tapamos un lugar, esa verdad, simplemente buscará otro lugar para expresarse.
Sería más interesante buscar el modo de que esa verdad, eso que habla del sujeto, ya no necesite del síntoma, de la enfermedad, para expresarse. Transformar la manera. Y comenzar a hablar, es una buena forma.
Marta Herráez, Psicoanalista.
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